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Si bien en 2007 José Antonio y Carlos Esteban crean Azafranes de Teruel La Carrasca, S. L. con el objetivo de recuperar el cultivo de azafrán en la comarca de Jiloca (Aragón), en el 2011 van un paso más allá y se constituyen en la primera empresa de España en cultivar azafrán ecológico con la marca La Sabina.

Toma su nombre de la Sabina milenaria de Blancas, árbol que se estima tiene entre 2500 y 3000 años y que es candidata a Árbol Europeo del año 2022 por su belleza, tamaño, edad y por su historia y relación con la comunidad y territorio. 
Precisamente con La Sabina,  Azafranes de Teruel La Carrasca pretende colocar a la disposición de los más exigentes, no sólo azafrán de extraordinaria calidad cultivado de la forma tradicional utilizando únicamente agua de lluvia para su irrigación, sino también azafrán con certificación ECO o BIO que garantiza que se ha producido sin el uso de fertilizantes y pesticidas químicos y que ha estado sujeto a un proceso de auditoría durante el proceso de siembra, cultivo, cosecha y procesamiento, para verificar que se mantiene la calidad ecológica.

Marcas asociadas

Quién está detrás de estas marcas

Azafrán de Teruel La Carrasca S.L , es una empresa familiar , fundada en el año 2007 por José Antonio Esteban y su hijo Carlos, con el objetivo de recuperar el cultivo de azafrán en la comarca de Jiloca (Aragón), donde la familia Esteban ha tenido cultivos desde hace más de 50 años. 

“Hace unos años el azafrán era para nosotros un recuerdo de la niñez; una historia contada en el pueblo por mucha gente. De repente, nos vimos inmersos en un sueño ajeno, en una campaña de recuperación del azafrán. Y así redescubrimos este mundo. Ahora desde nuestros propios ojos y nuestras propias historias, del que nunca dejamos de aprender y que ha llegado a entusiasmarnos.”

"Hace unos años el azafrán era para nosotros
un recuerdo de la niñez; una historia contada
en el pueblo por mucha gente..."

José Antonio Esteban

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