Fruto de un espíritu incansable y una dedicación constante en el conocimiento y defensa de la naturaleza,  Julián Marcilla Santisteban fundador de Taller Madreselva en 1983, desarrolla proyectos sostenibles, donde la calidad de los productos, la efectividad de los activos botánicos y la seguridad de las formulaciones son su objetivo principal.

Siguiendo esta filosofía, el laboratorio se levanta en un privilegiado entorno natural en  Ramales de la Victoria (Cantabria), rodeado por campos de cultivo de caléndula con las que se elaboran muchos de sus productos. Es un edificio respetuoso con el medio ambiente, alimentado con energía geotérmica que permite la extracción de calor del subsuelo a cien metros de profundidad y que provee de energía renovable para autoconsumo.

Para Julián las tres razones para tener una actitud ecosocial en nuestro día a día se resumen en la palabra RESPETO: “…Respeto a nosotros mismos con un consumo responsable y consciente en el que la calidad prime sobre la cantidad. En segundo lugar respeto por nuestros semejantes y una actitud positiva en las relaciones, ponernos en lugar del otro... Por último respeto al Planeta. Somos meros viajeros de paso y tenemos la obligación de dejarlo a las próximas generaciones al menos como lo hemos encontrado”.